Entrevistas

 

29-03-2023

José Ignacio Lapido, distintos palos de una misma baraja


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Retorna el poeta eléctrico, el maestro, José Ignacio Lapido. Regresa con nuevo álbum tras más de un lustro de silencio discográfico. A Primera Sangre es un disco compuesto de once temas interpretados para que se escuche el silencio y que el aire corra entre los acordes y las melodías, como afirma el propio Lapido.

Hemos debido de esperar más de lustro para poder disfrutar de nuevas canciones en solitario. ¿Al margen de la pandemia, qué hechos han marcado la tardanza?

El principal motivo del retraso ha sido, sin duda, la pandemia. No quería enfrentarme al duro proceso de grabar y editar un disco sin tener la certeza de que podría presentarlo en directo con total normalidad. No quería que de pronto se volviera a paralizar todo por la llegada de una séptima u octava ola de COVID. Prudentemente, retrasé mi entrada en el estudio. En cualquier caso, lo podemos mirar de otra forma: en seis años he hecho tres discos, “El alma dormida en 2017, “La otra vida”, de 091, en 2019, y “A primera sangre,” en 2023. No está nada mal.

En la letra de "De cuando no había nacido" cantas que vuelven a girar los viejos engranajes de la realidad, todo es igual aunque parezca distinto.

Todas las generaciones piensan que la suya es especial, que se enfrentan a nuevos retos nunca antes planteados, que superan sufrimientos inauditos o que acaban de descubrir el Mediterráneo. Realmente, si lees un poco de historia y separas lo esencial de lo accesorio, te das cuenta de que la cosa es casi igual desde los primeros tiempos de la humanidad. Seguimos amando, odiando, matándonos por un trozo de tierra, cuidando de nuestros hijos desde que nacen, enterrando a nuestros muertos… Se hacía igual en tiempos de los sumerios. Eso sí, ellos no se hacían selfies.

Musicalmente ha salido un repertorio muy sosegado, tranquilo, reflexivo.

Las canciones demandan por sí solas el acompañamiento que les va mejor. Y hemos tratado de que se escuche el silencio y que el aire corra entre los acordes y las melodías.

Musicalmente coquetas con el country y tonadas dylanianas, aderezado con electricidad muy controlada como en "Uno y lo contrario"

Me gusta que haya variedad en mis discos. La cosa fluctúa, como bien has notado, entre el rock arrastrado de “Arrasando” y destellos de power pop en “Uno y lo contrario. Incluso el blues está presente en “Malos pensamiento”. Son distintos palos de una misma baraja.

En "A primera sangre" dices que el proletariado calma su ansiedad con Pepsi Cola y ginebra. ¿Se ha perdido la conciencia de clase y la fe en la lucha de clases?

De facto, el proletariado ha sido en cierta manera borrado cuando el capitalismo ya no cataloga al trabajador como tal sino como consumidor. Eso le quita cualquier sesgo potencialmente revolucionario. Y los trabajadores se sienten a gusto en ese papel. Ya no se busca la emancipación de clase sino las mejores ofertas y rebajas. Mientras haya dinero para tatuajes y teléfonos móviles qué más da. De todas formas, en esa canción, “Nadie en su sano juicio", hablo desde la ironía de la fina línea que separa eso que llamamos cordura con eso que llamamos locura. De las distintas formas de distorsión que tiene la percepción de la realidad.

Haciendo balance de tu discografía en solitario compruebo que es tan extensa como la publicada con 091.

Así es. Los Cero estuvimos catorce años juntos en nuestra primera vida. Yo ya llevo casi 25 años sacando discos con mi nombre. Ahora alterno las dos carreras, la de los Cero y la mía propia. Da un poco de vértigo echar la vista atrás y darte cuenta de que llevas más de media vida en esto. Ten en cuenta que yo grabé mi primer disco en 1981. Pero aunque haya grabado tantos, todavía no las tengo todas conmigo cada vez que me dispongo a grabar otro nuevo. No sé en otras profesiones, pero en esta nunca puedes decir que entrar a grabar sea pan comido.

Con la experiencia que da la vida, y tus sesenta primaveras, cómo valoras tu trayectoria musical desde el origen.

Pues… la valoraría como… milagrosa. Que un tío de sesenta años como yo siga grabando discos de rock en un país como España es sin duda alguna un milagro. O un accidente, no lo sé. Pero si me pides que te diga cuál es la percepción que tengo de mi propia carrera te diría que la veo coherente, ética y estéticamente hablando. No he ido dando bandazos estilísticos para acomodarme a modas pasajeras, y he mantenido cierta dignidad ante lo que rodea a lo estrictamente musical, la industria, los medios etc. Seguro que todo eso ha jugado en mi contra comercialmente, pero qué le vamos a hacer.

Además vuestra ciudad os ha reconocido vuestra trayectoria con una plaza, ¿sois profetas en vuestra tierra?

Nos sentimos muy queridos y respetados en nuestra propia ciudad, eso es así. En la plaza que se inauguró hace unos meses y que lleva el nombre de la banda iremos a darle de comer a las palomas cuando seamos viejos. Mientras ese momento llega seguiremos afinando las guitarras por si acaso.

 

Fotografía: Salvador Serrano 

Autor: Rafa García-Moreno

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